domingo, 26 de noviembre de 2017

El Síndrome del Edificio Enfermo

Luis Andrés Cisneros
El Síndrome del Edificio Enfermo (Sick Building Syndrome, en inglés) es un conjunto de síntomas que provoca un inmueble sobre las personas que habitan o trabajan en él.

Suelen ser síntomas nasales, molestias oculares, dolores de garganta, alteraciones cutáneas, dolores de cabeza y un sinfín de patologías más o menos graves. Suelen ser producidas, principalmente, por la contaminación del aire que circula en el interior, aunque puede deberse a mala calidad de los materiales empleados en la construcción.

Recientemente, un nuevo Síndrome ha aparecido, también originario de algunos edificios, al cual la OMS (Organización Mundial de la Salud) puede bautizar como Síndrome del Edificio Institucional Enfermo. Esta patología, que se presenta en lugares como el Congreso, el Senado, Parlamentos autonómicos y Ayuntamientos, entre otros, tiene unas características especiales.


Esta patología afecta principalmente a los políticos
Principalmente se trata de síntomas que afectan, sólo al cerebro, y que voy a tratar de enumerar, de manera sucinta.

El primer aviso, es que el que lo padece pierde por completo el sentido de la realidad, y cree que vive en un mundo muy muy lejano (del inicio de la Guerra de las Galaxias) de la realidad.

Veamos algunos ejemplos. El más llamativo es que todos los componentes que pululan por esos edificios, están convencidos de que el salario que perciben es lo más parecido al Salario Mínimo, ya que no paran de aumentárselo año tras año. Y además, para compensar su tremendo esfuerzo laboral (¿verdad Sres. Tardá y Rufián?) se llevan sus buenas dietas y otras prebendas, aunque ni aparezcan por ahí.

Es más, en un momento de remisión de la patología, cosa harto rara, alguien planteó suspender de empleo y sueldo a los que no acuden por ahí, el resto de los moradores, como zombis, se tiraron a por ellos (ahora entiendo la pregunta de Mulet).Entre bomberos no nos pisamos la manguera.

Y si, además, tienes responsabilidades de gobierno, los síntomas son mucho más agudos. A saber:- 

Para el Gobierno no hay adoctrinamiento en las aulas de Cataluña, todo es normal.

- Guardia Civil y Policía Nacional, no han hecho más que cumplir, y de aquellas maneras, con su obligación - Pagar a las Fuerzas de Seguridad y equiparar su salario con el de aquellos que los han dejado vendidos, es una cosa que ya se verá, pero nuestro sueldo está garantizado.

- Qué bien, que habrá elecciones en Cataluña pronto, una forma más, para todos los partidos de inflar sus arcas. Hacía mucho tiempo que no había consulta electoral.

- Para su realidad virtual, en mes y medio, aproximadamente, la situación en la región catalana habrá dado un vuelco total. - Todos los golpistas, de la noche a la mañana, se habrán vuelto corderitos y acatarán todo lo que haya que acatar. “La pela es la pela”

- Hay que dar un buen ejemplo y ser un modelo de tancredistas. Todos los que han incumplido la Ley, se pueden presentar de nuevo para poder ser elegidos. Hoy por ti, mañana por mí.

- Hay que tener una actitud conciliadora con todos, principalmente con los que atentan contra la Ley, no sea cosa que mañana nos la saltemos nosotros y nos lo tengan en cuenta.

- Los golpistas y presuntos culpables de gravísimos delitos, podrán seguir percibiendo sus compensaciones monetarias e incluso se respetarán sus futuras pensiones. Total, los votantes seguirán votándonos.

Y así podríamos estar hasta rellenar una extensión similar a la de la obra Fuenteovejuna de Lope de Vega, por cierto este mes se ha cumplido el 455 aniversario de su nacimiento.

Pero les es igual, sólo les importa que todo siga de la misma manera que hasta el momento. Seguirán jugando a algo que, para ellos, es similar al Monopoly, repartirán el dinero a espuertas, como por ejemplo ahora con el cupo vasco. Eso será para ellos como una partida ficticia, pero a costa del dinero de todos los españoles.

Parece ser que la frase que en el año 2004 pronunció la ministra socialista Carmen Calvo “El dinero público no es de nadie” obró como si fuera un dogma de fe y todos los políticos lo aplican a rajatabla. Bueno, no es de nadie, menos el que perciben ellos, que es suyo. Por cierto, un insulto a a cultura de este país, esta señora, era Ministra de Cultura.

Día tras día, salvo muy honrosas excepciones, el zafio espectáculo que se puede ver en las Instituciones Españolas, donde el insulto, el mal gusto, la mala educación y, sobre todo, el aparente desprecio hacia el pueblo español se hace palpable, así como el maltrato a la religión cristiana, la familia y el idioma español.

Todos han tenido tiempo para cambiar las leyes y para terminar con este despotismo ilustrado que atenaza a nuestro país. No se cambia la ley electoral, se permite que haya tránsfugas, se consienten leyes sectarias como la de Memoria Histórica, se sigue tragando con las autonomías, un claro ejemplo de desigualdad entre los españoles.

Además, el Tribunal Constitucional, lleva 7 años y medio a la espera de resolver un recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP. Si para resolver sobre ese asunto, en el que están en juego vidas humanas, necesitan tanto tiempo, o es que no saben o es que no quieren. Otro síntoma más del Edificio Institucional Enfermo.

Mucho me temo que esta nueva patología esté muy lejos de poder encontrar una cura, ni tan siquiera alguna medicación que, cuando menos, frene o mejore levemente las mentes de los políticos afectados.

Lo más preocupante es que, al tener alteradas sus percepciones de la realidad que les rodea, sean los propios enfermos los primeros que no deseen erradicar esta enfermedad. Como diría ese aprendiz de torero ante los peligros que, para su integridad física, lleva el toreo: “Más cornás da el hambre”

 ¡¡VIVA ESPAÑA!!

Luís Andrés Cisneros